Mis libros en digital. Eliu Cardozo


domingo, 15 de enero de 2012

LA INIQUIDAD (II PARTE) TOMADO DEL LIBRO DE ANA MENDEZ

A Manera de Introducción:


Antes de iniciar la transcripción textual de algunas citas del libro de LA INIQUIDAD de la Dra. Ana Méndez Ferrell, doy gracias a Dios por estos hombres y mujeres que han escrito estos mensajes en este tiempo para poder entender el mover de Dios en nuestras vidas y andar en sus propósitos. 

 Muchas veces no entendemos que existe un mundo físico que se ve y otro mundo espiritual que no se se. Y es en este ultimo donde se originan los grandes cambios y transformaciones en nuestras vidas. Tal como lo dice su palabra en Hebreos 11:3 “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” y encontramos en Efesios 6:12 

“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. 


Por eso la palabra de Dios tiene poder para edificar y derribar fortalezas que muchas veces influyen en nuestras vidas y no nos dejan ser libres en el espíritu. Te invito hagas esta lectura y le pidas a Dios que cambie y transforme tu vida por su misericordia y la sangre de Cristo.


“Lo que hemos edificado desde nuestra niñez, nuestra forma limitada y tradicional de ver y entender el mundo es lo que nos contamina. Por tanto, esto es lo que proyectamos, hablamos y vivimos constantemente” (p.59).


¿Como comenzar a hacer los cambios que necesitamos en nuestras vidas?.


Por medio de la Palabra de Dios, no se trata de leer la Biblia, hay que meditarla en nuestra mente, en nuestro corazón, actuar en su palabra y pedir a Dios que Jesús se revele en nuestra vida.


“por eso es que hoy tenemos tantos cristianos enfermos, pobres, oprimidos, sin poder, con profundos problemas de carácter y pecado. Ellos nunca han destruido las moradas de iniquidad en las que fue formada su alma” (p.60)
Porque están bajo moradas de maldad en su interior y no escuchan la voz de Dios. 


Fíjese bien en este punto: “El que ha edificado su morada espiritual en Dios vivirá en paz, en seguridad, en salud, en la tranquilidad de que ninguna tragedia repentina vendrá sobre él (p.63).


Solo llegare a ser aquello que sea la esencia de mi morada espiritual: ya sean las moradas de Dios o las moradas de iniquidad (p.61).
Derribar las moradas de maldad depende primeramente de someter nuestra voluntad a Dios, para empezar a cambiar eficazmente la mentira por la verdad de El (p.64).


Tu tienes en tu voluntad, el poder tomar decisiones radicales de cambio. Algunas requerirán pelear, pero tú y solo tú, decides si puedes sí peleas con Dios para ganar o te rindes al diablo para perder. ¡La decisión es tuya! (p.65)
Una gran cantidad de personas tienen obstruido el oído espiritual y no pueden escuchar la voz de Dios, por causa de estas capas de oscuridad que la iniquidad ha ido tejiendo en ellos(p.68).


Tenemos que venir a El (Dios) y pedirle que queremos arrancar toda iniquidad de nuestro ser, y pedirle, además, que nos muestre, por medio de sueños o de su don de palabra de ciencia, en donde está arraigada la iniquidad en esta área de nuestra vida.


Miles de Cristianos han creído en Jesús como su salvador, pero en muchas áreas de sus vidas son incrédulos (p.75).


La razón de eso es que sus corazones todavía están contaminados de iniquidad, que no ha sido purgada de ellos. Esta ha formado velos de diversas intensidades que producen ceguera espiritual. Solo en la presencia manifestada del Espíritu Santo los corazones pueden ser transformados. (p.76)
Ahora preste mucha atención a esta cita:


La iniquidad es una de las causas más importantes de la enfermedad. Aunque tiene su origen en el espíritu del hombre, se desenvuelve en el corazón y termina como una manifestación física que deteriora el cuerpo. 

Esta iniquidad con la que nacemos se acentúa en la medida que contaminamos nuestros corazones con todo tipo de perversidad y de pecado (p.78).


La iniquidad forma una especie de liquido tremendamente tóxico que se acumula en el organismo, deteriorando de esta manera los órganos y el estado general de la salud (p.79).

En el mundo invisible la iniquidad dentro del ser humano afectará todo su medio ambiente. Esta fluye como una fuente desde el interior del ser como aguas senagosas que ensucian todo a su alrededor, creando densos pantanos espirituales. Estos son atolladeros donde el alma queda atrapada y donde otros, aún justos se hunden como un pozo sin salida (p.85).

Cuando leemos y vemos sucesos que sacuden a este mundo, tales como atentados terroristas, homicidios, muertes violentas por diferentes causas, corrupción en la esferas públicas y privadas, debemos entender y comprender que esto no es más que las muestras de la INIQUIDAD que reina en este mundo. 

Y es por esta causa que los redimidos en Yahshuah como nuestro único salvador y redentor, debemos orar y derribar estas malas influencias que aún cuando son reales, no son la verdad. Debemos declarar y confesar la verdad que es la palabra de Dios y pedirle a Dios que nos guíe con su Santo Espíritu ante todas estas situaciones a las cuales nos enfrentamos y estamos sometidos a prueba diariamente. 


Pídale a D-os de todo corazón que ayude a derribar todas esas moradas espirituales de maldad que no le ayudan a seguir a una vida abundante en Cristo, y declara su palabra “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses 4:13 y “Porque nada hay imposible para Dios” Lúcas 1:37. 

Porque “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” 1era. Juan 1:9 


Declaremos a partir de este momento, el año de la buena voluntad de Dios, para nuestra familia y país para Jesucristo. Amén y amén.


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